
La ceremonia contó con un dispositivo interforzas coordinado entre el Vaticano, el Ministerio de Defensa y las autoridades de seguridad italianas
La histórica entronización de Su Santidad el Papa León XIV estuvo resguardada por un amplio dispositivo de seguridad proporcionado por el Ministerio de Defensa de Italia, con la participación de las Fuerzas Armadas en estrecha colaboración con las fuerzas policiales y las autoridades vaticanas. El operativo se diseñó para garantizar la protección del evento, considerado de alto valor simbólico y espiritual, con medidas que incluyeron vigilancia aérea, control de amenazas híbridas y presencia táctica en puntos estratégicos de Roma.
“El día de hoy es histórico. Las Fuerzas Armadas han operado en el corazón de la cristiandad para proteger un momento de enorme relevancia internacional para los fieles de todo el mundo”, declaró el ministro de Defensa, Guido Crosetto. “Tecnología, preparación y espíritu de servicio han permitido un aporte silencioso pero crucial: un ejemplo del valor que Italia sabe expresar al servicio de la libertad y la paz”.
El dispositivo incluyó a unos 1.000 efectivos del Ejército, la Marina, la Aeronáutica y los Carabineros, desplegados tanto en el área del Vaticano como a lo largo de las principales vías de acceso a la capital italiana. Se emplearon vehículos blindados, sistemas C/UAS para la neutralización de drones, y unidades médicas integradas con la Cruz Roja Italiana, incluyendo un Puesto Médico Avanzado, cuatro ambulancias —una de la Marina con personal médico— y 15 camas disponibles en el Hospital Militar “Celio”.
La Aeronáutica Militar puso en alerta operativa a aeronaves F-2000 y F-35 para el control del espacio aéreo, además del despliegue de drones para tareas de reconocimiento y vigilancia, bajo la coordinación del Comando de Operaciones Aeroespaciales. También se activaron protocolos de seguridad digital para proteger los sistemas informáticos vinculados al evento.
El dispositivo de seguridad permanecerá activo durante las horas posteriores a la ceremonia, en coordinación con las instituciones del Estado y el Estado Vaticano, a fin de garantizar la normalidad y prevenir cualquier amenaza residual.






