El Ejército suspende la competición de drones tácticos sin una estrategia definida para el futuro

Defensa NewsDefensa NewsIndustriahace 6 meses398 Visitas

El Ejército de Estados Unidos ha decidido cancelar el desarrollo del programa de Aeronaves Tácticas No Tripuladas del Futuro (FTUAS), un proyecto destinado a reemplazar sus drones Shadow, retirados recientemente. Después de aproximadamente siete años de desarrollo y justo cuando dos proveedores habían completado una fase de demostración de vuelo competitiva, la decisión se produce en un momento crítico para el programa.

El general James Mingus, vicejefe de Estado Mayor del Ejército, explicó en la conferencia anual de la Asociación de Aviación del Ejército de Estados Unidos, que la cancelación no significa un abandono total de la búsqueda de nuevas soluciones de sistemas no tripulados. “No es que no queramos un FTUAS. Es simplemente que el que estaba siendo desarrollado no cumplía con nuestras necesidades”, afirmó Mingus.

La decisión de detener el FTUAS forma parte de una directiva más amplia del secretario de Defensa, Pete Hegseth, que busca realizar cambios significativos en la estructura, formaciones y programas del Ejército. A pesar de la cancelación, el Ejército sigue comprometido con el desarrollo de sistemas no tripulados que puedan realizar funciones de reconocimiento, extensión de redes y operaciones electrónicas, entre otras capacidades.

Hace apenas un año, el Ejército había aprobado las características que deseaba en el FTUAS y había otorgado contratos a dos equipos para competir en la construcción del dron. Sin embargo, la falta de financiación dificultó la aceleración del programa, según declaró el entonces director de aviación del Ejército en el Pentágono, el mayor general Wally Rugen.

A pesar de los contratiempos, el Ejército había invertido fondos en el año fiscal 2025 para comprar prototipos de Griffon Aerospace y Textron, con planes de probarlos en los años siguientes. Las características clave que el Ejército desea en un FTUAS incluyen la independencia de pistas de aterrizaje, control de mando y control en movimiento y mantenimiento a nivel de campo liderado por soldados.

El teniente general Karl Gringrich, del Ejército G-8, había destacado anteriormente las ventajas del FTUAS, incluyendo la capacidad de integrar diferentes cargas útiles, como extensiones de red y, potencialmente en el futuro, cargas letales. También se esperaba que el dron pudiera equiparse con sensores electro-ópticos infrarrojos y capacidades de guerra electrónica.

El camino para reemplazar el antiguo dron Shadow, fabricado por Textron, ha sido largo y complejo, y aunque el FTUAS como proyecto específico ha sido cancelado, el Ejército sigue explorando opciones para avanzar en sus capacidades tácticas no tripuladas, reafirmando su compromiso de adaptarse a las nuevas necesidades tecnológicas y de defensa.
En un esfuerzo continuado por modernizar su flota de vehículos aéreos no tripulados (UAS), el Ejército de los Estados Unidos ha estado refinando sus requisitos y evaluando propuestas para reemplazar el antiguo sistema Shadow. Después de un exhaustivo proceso que comenzó en 2018 y se redujo a cuatro competidores en 2019 —un equipo de Martin UAV y Northrop Grumman, Textron Systems, L3Harris Technologies y Arcturus UAV—, la carrera por liderar el futuro táctico de los UAS del ejército ha sido intensa y reveladora.

Aerovironment, que adquirió Arcturus UAV en 2021, y Shield AI, que compró Martin UAV ese mismo año, emergieron como actores clave en esta transformación. El Ejército evaluó las propuestas de estos drones operativamente durante un año, culminando en un “rodeo” en la primavera de 2021 en Fort Benning, Georgia. En agosto de 2022, Aerovironment fue seleccionada para proporcionar su UAS Jump 20 como capacidad FTUAS interina para una brigada, con un contrato inicial de 8 millones de dólares, marcando un paso significativo en el proceso de selección.

El plan original del Ejército contemplaba equipar a la primera unidad con FTUAS en 2026, pero los desafíos y desarrollos tecnológicos han requerido adaptaciones en el camino. La coronel Danielle Medaglia, gerente de proyecto de UAS del Ejército, destacó recientemente la importancia de continuar las pruebas de desarrollo con ambos proveedores y la necesidad de preservar y transferir tecnologías emergentes en este campo. Según Medaglia, estas tecnologías presentadas por los proveedores son cruciales y la forma en que se transfieran será fundamental para el futuro del programa.

Mientras tanto, compañías como Griffon, que no participaron en la primera ronda de demostraciones de FTUAS, han estado trabajando en silencio en sus soluciones, teniendo en cuenta la necesidad del Ejército de contar con sistemas modulares y adaptables. Jordan French, gerente del programa de UAS tácticos en Griffon, explicó que su enfoque está en construir “camionetas aéreas”, donde la confiabilidad del vehículo aéreo permite a los operadores concentrarse en la misión sin distracciones.

Griffon ha apostado por una arquitectura de sistema abierta y modular, donde cualquier adición requerida por el cliente puede integrarse fácilmente. Además, han optado por un diseño innovador que combina un motor de combustión interna con un motor eléctrico, y han equipado la aeronave con cuatro rotores basculantes. Este enfoque representa una desviación de las plataformas híbridas de cuadricópteros o de despegue vertical típicamente vistas en los UAS de tamaño Grupo 3.

A medida que el Ejército de EE. UU. avanza en su búsqueda para modernizar su flota de UAS, la colaboración con la industria y la integración de nuevas tecnologías serán clave para asegurar que las unidades equipadas tengan las herramientas más avanzadas y adaptables para enfrentar los desafíos futuros. La decisión final sobre qué sistemas serán desplegados y cómo se gestionará la transferencia de tecnología es esperada con gran anticipación por todos los actores involucrados.
En un entorno donde la tecnología militar avanza a pasos agigantados, la capacidad de las fuerzas armadas para adaptarse y modernizar su arsenal es crucial. En este contexto, la industria de defensa sigue innovando, como lo demuestra el desarrollo del sistema de aeronaves no tripuladas (UAS) denominado Valiant, diseñado por Griffon Aerospace. Este sistema destaca por su capacidad de vectorización de empuje, que permite maniobrar la aeronave manteniendo las alas niveladas, una mejora significativa respecto a los sistemas más tradicionales que dependen exclusivamente de las RPM para el control de movimiento.

El director de Griffon Aerospace, destacó las ventajas del sistema Valiant, señalando que, a diferencia del motor del RQ-7b Shadow, cuyo ruido se asemeja al de un cortacésped, el Valiant opera de manera casi silenciosa incluso a cortas distancias. Esta característica de bajo perfil acústico potencializa su eficacia en operaciones tácticas donde el sigilo es fundamental.

Por otro lado, el Ejército de Estados Unidos está explorando opciones para expandir su capacidad a nivel de brigada con UAS, en línea con un requerimiento directo firmado por el jefe de estado mayor del Ejército en octubre del año pasado. Este requerimiento tiene como objetivo implementar una capacidad UAS en seis Brigadas de Transformación en Contacto para finales de 2025. Según Micah Amman, líder de desarrollo de requisitos para FTUAS dentro del equipo funcional cruzado para el Levantamiento Vertical Futuro del Ejército, la adaptabilidad del sistema a diferentes entornos y escenarios es crucial, destacando que las necesidades pueden variar significativamente dependiendo del nivel del mar, el clima o la geografía.

El coronel Nick Ryan, gerente de capacidades del Ejército para UAS, enfatizó que el documento de requisitos dirigidos del jefe del Ejército sigue vigente y sería la base para futuras adquisiciones si se dispusiera de financiación hoy día. Esto subraya la importancia de contar con una directriz clara y actualizada que guíe el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías en el campo de batalla.

Griffon Aerospace ya ha completado todas las etapas principales del esfuerzo de prototipado rápido para el Valiant y está preparado para iniciar la producción a gran escala, si el Ejército decide adquirir más sistemas. La empresa actualmente produce varios cientos de aeronaves del Grupo 3 mensualmente para diversos clientes, lo que demuestra su capacidad de producción y adaptabilidad a las demandas del mercado.

En este entorno de rápida evolución tecnológica, la capacidad del Ejército para integrar nuevas soluciones que respondan a las necesidades específicas del terreno y del combate será fundamental para mantener la superioridad táctica y estratégica en futuros enfrentamientos. Las innovaciones como el UAS Valiant son un claro ejemplo de cómo la tecnología puede transformar la dinámica de las operaciones militares, ofreciendo nuevas capacidades que potencian la efectividad y seguridad de las tropas en el terreno.

Fuente: https://www.defensenews.com/land/2025/05/16/army-halts-tactical-uas-competition-without-clear-plan-forward/

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