Muere José Mujica, el audaz político uruguayo que asombró al mundo como “el presidente más pobre”

Defensa NewsDefensa NewsAmérica Latinahace 6 meses388 Visitas

José “Pepe” Mujica, una de las figuras políticas más emblemáticas y singulares de América Latina, falleció este martes a los 89 años. Su vida, marcada por la lucha guerrillera, los años de prisión y una presidencia que rompió moldes, deja una huella imborrable en la historia de Uruguay y en la conciencia social de todo un continente.

Conocido mundialmente como “el presidente más pobre del mundo”, título que él mismo rechazaba, Mujica fue un líder que practicó la austeridad con convicción. Rechazó los lujos del poder, vivió en su modesta chacra en las afueras de Montevideo junto a su esposa, la exguerrillera Lucía Topolansky, y condujo hasta sus últimos días su famoso Volkswagen “escarabajo” celeste de 1987.

De la guerrilla a la presidencia

Su juventud estuvo marcada por la militancia en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana inspirada en la revolución cubana. Por su participación fue capturado en varias ocasiones, sufrió torturas brutales y pasó más de 14 años en prisión, muchos de ellos en condiciones inhumanas.

Liberado en 1985 tras el fin de la dictadura militar, Mujica retomó la política, esta vez desde las instituciones democráticas. Fue diputado, senador y ministro de Ganadería antes de llegar a la presidencia en 2010, a los 74 años, como líder del Frente Amplio.

Un presidente que vivía como predicaba

Durante su mandato (2010-2015), Uruguay se convirtió en un referente mundial por sus reformas sociales progresistas: legalización del aborto, del matrimonio igualitario y, en un gesto que sorprendió al mundo, la regulación del mercado de marihuana.

Su estilo directo, sus discursos cargados de reflexiones sobre la felicidad, el consumismo y la vida sencilla, y su célebre intervención en la cumbre de la ONU Río+20 en 2012, donde denunció la sociedad de consumo, lo catapultaron como un ícono mundial.

“El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad”, dijo entonces. “Tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor sobre la Tierra, de las relaciones humanas”.

Entre la gloria y la crítica

Aunque su popularidad internacional fue inmensa, en Uruguay su legado fue objeto de debate. Su gestión fue criticada por no haber resuelto los problemas estructurales de la educación y por haber incrementado el déficit fiscal. Él mismo reconocía como su mayor deuda no haber logrado eliminar la pobreza: “¿Por qué no lo cambié? Porque la realidad es terca”, confesó en una entrevista.

Hasta el final, se mantuvo activo políticamente. En noviembre, su delfín político, Yamandú Orsi, fue electo presidente de Uruguay, un último triunfo que Mujica celebró como “un premio consuelo, porque está llegando al final del partido”.

Un adiós sin temores

En abril de este año, Mujica anunció que padecía un cáncer terminal. Fiel a su filosofía, afrontó la enfermedad con serenidad: “No vivas temblando frente a la muerte. Acéptala como los bichos del monte”, decía.

Con su partida, América Latina pierde a un líder atípico, un hombre que demostró que se puede ejercer el poder sin ostentarlo, que la grandeza política puede ir de la mano con la humildad y que, en sus propias palabras, “la libertad está en tener tiempo para hacer lo que a uno le gusta”.

Su legado quedará no solo en las páginas de la historia, sino también en la memoria de quienes, en todo el mundo, lo vieron como un faro de coherencia, honestidad y humanidad.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/cd11qpqdz2ko

Deja una respuesta

Loading Next Post...
SÍGUENOS
Barra Lateral Buscar Tendencias
Más leidas
Cargando

Iniciando sesión 3 segundos...

Registrándose 3 segundos...